Estos días se ha entremezclado todo, manifestación del PP con un lema «España por la libertad. No más cesiones a ETA» (en número de participantes discrepancia como siempre, para mi muchísimos) y el tercer aniversario del atentado islamista del 11-M.
En el aniversario del espantoso atentado del 11-M, brilló la luz en el monumento a las víctimas inaugurado ese día, víctimas que son recordadas en el interior del monumento en un estremecedor silencio y ambas, la luz y el silencio, nos invitan a todos a la reflexión, al sosiego, a la calma, a la prudencia y a buscar el bien general y no el particular.
Por otro lado tenemos el ruido de una manifestación (movilizó a miles de ciudadanos y en perfecto orden) y de declaraciones de uno y otro lado acusándose de esto y de lo otro y que solo sirve para crear más confusión en los ciudadanos medios de toda España (que son la mayoría). Y el ruido y la confusión volverán esta semana al Congreso de los Diputados, en donde volveremos a ver pataleos, gritos, más ruido, más confusión, mas crispación y más tensión.
Hasta donde quieren los políticos tensionar la sociedad. Falta un año para las elecciones generales, o mejor ¿las adelantamos?

«Españolito que naces al mundo, te guarde Dios. Una de la dos Españas ha de helarte el corazón.»