Agua escasa

Había leído esta noticia el fin de semana, «Galicia pierde por fugas más agua de la que gasta la ciudad de Vigo cada año» y hoy me vino a la cabeza al ver las disputas que hay entre las comunidades de Cataluña y Valencia.

Barcelona y su área sufren una escasez de agua preocupante, una solución trasvasar agua de donde la hay, pero allí también es necesaria y otros que también la necesitan se ven humillados. Hasta donde pueden llegar las disputas entre pueblos por la obtención de un bien escaso, es difícil de predecir pero si urge tomar medidas más drásticas antes de llegar a situaciones extremas y que pueden volverse peligrosas.

No podemos permitirnos el lujo de desperdiciar agua en el oeste cuando en el este no disponen de ella, la buena gestión de los recursos hidráulicos es algo que la nueva ministra de varios medios, ambiente, rural y marino, debe afrontar de manera inmediata.

La sensación de gratuidad del agua no ayuda al ahorro y mejor aprovechamiento de este recurso, tendremos que empezar a pagar su justo precio, para mejor valorar este bien escaso. La otra alternativa, implorar mediante ofrendas y danzas a los dioses de la lluvia, no parece buena idea.

Y todo sin perder de vista la solidaridad entre todos.

"Salir" de Cuba

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El resultado final de este ejercicio será una pequeña tarjeta blanca donde se me autoriza a salir de Cuba para recoger el premio Ortega y Gasset. Insisto que no se trata de “viajar”, ya que ningún cubano usa ese verbo para la acción de ir al extranjero. Nosotros saltamos, cruzamos, salimos o nos vamos; pero viajar es demasiado poco cuando de brincar la insularidad se trata. Incluso, la ansiada autorización que necesito es conocida como “permiso de salida” y lleva en sí el sonido de cerrojos que se abren.

No sé si sirven de mucho las horas acumuladas en las colas, las certificaciones de nacimiento legalizadas, el hábito de llevar hasta los documentos que no hacen falta -como la tarjeta de vacunación o el último recibo de la electricidad-. No sé, pero intuyo, que la respuesta a mi solicitud de viaje ya está tomada y espera por mí en una gaveta. Nada de lo que haga podrá evitar que la llave abra o cierre la puerta.

Mientras, llego a creerme que “salir” es posible.

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