En primer lugar y dado que agosto es el mes vacacional por excelencia, desear a todos los que habéis elegido este mes para vuestras vacaciones, que las disfrutéis de la mejor y mas saludable manera que os sea posible. Para mi han concluido y me toca incorporarme a mis quehaceres laborales.

No puedo quejarme de mis vacaciones, las he disfrutado y puedo afirmar que durante quince días he vivido como un marqués. Como os decía en ‘Unos días de vacaciones’, por tercer año he desconectado y me he relajado en tierras de Barbanza, a orillas de la Ría de Arousa.

Y tal como comentan Guillermo y Aldabra, efectivamente he disfrutado de los productos que la tierra y el mar dejan en manos de los muy buenos cocineros de la zona, quienes elaboran suculentos platos que dan placer a la vista y al estomago.

Lo anterior no estaba reñido con el ejercicio, todos los días realizaba kilométricos paseos, a primera hora de la mañana y a última de la tarde, a la orilla del mar o en la cima de la montaña. Y casi todos los días me he podido dar unos fabulosos baños de mar.

La desconexión fue total, nada de radio, nada de televisión, nada de prensa y casi nada de Internet (en alguna zona wifi con el móvil), tan solo lectura de algunos libros, el último lo acabe hace unas horas – El niño con el pijama de rayas– y ha hundido un poco más mi ánimo en el día de hoy, pero en estos casos solo hay dos opciones, continuar o seguir. Vamos que estamos de nuevo por aquí. Hola a todos.

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