Este fin de semana, una niña de unos doce años le contestaba a su madre, mis compañeras de colegio no me llaman y no quieren que vaya con ellas, por ser gorda. Esta respuesta es más frecuente de lo que pensamos.

A lo largo de la vida de un joven adolescente (sea ella o él) puede ver tal cantidad de imágenes con un mensaje claro, sobra o falta esto, pon o quita aquello y más de esto y menos de aquello, que puede llevarlos a la anorexia y la bulimia o la depresión y casos peores.

Algunas empresas se apuntan a lo natural y Dove a través de la Fundación Dove para la autoestima es una de ellas. Dentro de sus campañas está este vídeo que resume la avalancha de mensajes que reciben los jóvenes. (Vídeo en ingles, aunque es todo música y fotos a cámara rápida, puedes verlo en castellano en la página de la fundación).