La poderosa Google cada vez que sale de compras no regresa con las manos vacías y en esta ocasión se ha comprado para su mayor y mejor comodidad, su propia pista de aterrizaje. Que menos que tener la plaza de garaje en el propio edificio o al lado, vamos, como tu y yo.
Pues no los veo yo en las nubes precisamente..
Jajajaj, y yo no tengo plaza ni para el triciclo de la niña. ¡Qué mal repartido está el mundo!
Yo, c0mo Alaska y Loquillo:
Yo, para ser feliz, quiero un camión.
Escupir a los urbanos,
a mi chica meter mano
Yo, para ser feliz, quiero un camión.
¡¡Uuuaaauuu!!
Un saludo.