La universidad, espacio de libertad

En la segunda mitad de la década de los años setenta, día sí y día también, se convocaban en la universidad todo tipo de asambleas y reuniones para oír o escuchar a quien quisiera hablar, cantar o simplemente opinar, sin importar sus ideas o colores y todo bajo la particular vigilancia de la policía. Pero el espacio universitario rezumaba libertad por todos sus poros, todos defendíamos la libertad de expresión como un derecho fundamental en el que se sustentaban otros muchos.

Hace unos días y en menos de una semana, tres mujeres -dato curioso, tres mujeres, María San Gil, Dolors Nadal y Rosa Díez – y en tres universidades, han visto como su derecho a expresarse libremente era pisoteado por jóvenes universitarios, da igual la ideología o tendencia que tengan. Es preocupante que en la universidad existan este tipo de aptitudes -están los jóvenes que en le futuro llevarán las riendas del país- y me parece más preocupante la pobre o inexistente reacción de estudiantes y demás estamentos universitarios, en la defensa de la libertad de expresión.

Tampoco me parece solución decir que los políticos no deben acudir a la universidad, al contrario en la universidad tiene cabida todos y cada uno de los ciudadanos que tengan algo que transmitir a los estudiantes, para una mejor formación de estos, y los políticos como uno más de los ciudadanos.

Algo pasa en la universidad española cuando se ataca uno de sus principios, la libertad de pensamiento, y no se defiende, la libertad de expresión.

4 comentarios en “La universidad, espacio de libertad

  1. Estoy totalmente de acuerdo con lo que expones en tu entrada. Yo creo que es un problema de falta de educación, ya no sólo en las universidades, sino en todos los niveles educativos, pero también pienso que es un problema de, por decirlo de algún modo, aburguesamiento; en los 70 había ideas por la que luchar, hoy en día los universitarios tienen todo el camino hecho.

    Pero también pensaba cuando leía tu post en la diferencia entre la universidad española y la de otros países. Pensaba en el debate que se abrió cuando la Universidad de Columbia invitó a dar una conferencia al Presidente de Irán, Ahmadineyah (aprovechando su visita a la Asamblea General de la ONU) y que el Rector zanjó declarando que la Universidad debe ser un foro abierto a todas las opiniones e ideas, incluso aquellas que nos resultan especialmente aberrantes en democracia, para poder razonar las ideas con conocimiento de primera mano. ¡Chapeau!

    Un saludo.

  2. Muy cierto. Como dice Jluis, intransigencia. Pero también ignorancia. La calidad de la enseñanza cada vez deja más que desear. Hay mucha gente titulada, pero poca gente culta, esa es la cuestión…

  3. Completamente de acuerdo. El espacio de libertad y crecimiento que es la Universidad, es entendida por algunos como su propio feudo.

    Pervierten con sus acciones los fundamentos del espacio que dicen defender.

    Intransigencia en estado puro.

  4. Estoy completamente de acuerdo con lo que planteas en esta entrada. El clima universitario se ha deteriorado mucho, probablemente, contagiado por las instrucciones que algunos partidos dan a sus organizaciones juveniles y de estudiantes.
    Es una cuestión grave en si misma, y grave en la más que tibia reacción institucional de las universidades. Más allá de la condena, está la expulsión del centro, la apertura de expedientes disciplinarios a todos los que no entienden la universidad, como una universalidad de cosas, un lugar abierto al debate y la reflexión por naturaleza.
    Mucho me temo que buena parte de los rectores, decanos y directores de las universidades, estén más pendientes de las oposiciones para colocar a los suyos, y de las trifulcas internas que esta tradición genera, que de cualquier otra cosa. Aunque esa «otra cosa», sea la conculcación del derecho a expresarse libremente.

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