«Un juzgado de Santa Cruz de Tenerife ha comunicado al Ayuntamiento de la ciudad la suspensión cautelar de los festejos callejeros de celebración del carnaval tinerfeño, después de que un grupo de vecinos se quejara por el ruido.» [+ información: es.today.reuters.com]

Pamplona y su San Fermín, Valencia y sus Fallas, Sevilla y su Feria de Abril, y una muy larga lista de pueblos, acompañados de sus fiestas, desparramados a lo largo y ancho de la llamada piel de toro, que es España, donde cualquier excusa es buena para montar una fiesta. Pues esos pueblos, los vecinos de esos pueblos, las comisiones de fiestas que forman esos vecinos, esas comisiones, tendrán que vigilar que ningún grupo de vecinos les vaya a amargar las fiestas del pueblo.

En donde existen fiestas centenarias (Carnaval de Santa Cruz de Tenerife), en donde todas esas fiestas se celebran en las calles y plazas céntricas de todos los pueblos de España, no parece razonable que un juzgado, a petición de un grupo de vecinos, pueda suspender unas fiestas populares.

Por otro lado a lo largo de todo el territorio español, muchos vecinos sufren todos los fines semana la experiencia de no poder dormir por la cantidad de ruidos que se producen en locales próximos a su vivienda, y casi ningún juzgado dicta ni tan siquiera un cierre cautelar.

Pongamos un poco de sentido común en todas nuestras decisiones y busquemos el bien común y general , o llegará un momento en que todo vale, o peor, lo que vale hoy mañana puede no valer, según para que particular.