Sangre joven en las carreteras

Un nuevo lunes nos levantamos con las cifras de muertos en accidentes de tráfico disparadas y nos llevamos las manos a la cabeza por la juventud de las victimas.

He leído en el blog Im-pulso, un post sobre este tema y tiene más razón que un santo, como no pongo ni quito nada y de acuerdo con todo, copio este párrafo que debería hacer pensar a más de un padre, dice Félix Soria:

[…] Las causas más comunes de los accidentes de tráfico tienen raíz humana (despiste, imprudencia, error, exceso de confianza, temeridad, apuestas, chulería, sueño, alcohol u otras drogas, prescindir de las señales de tráfico, etcétera). Y además, en casos como el de Sarria también influye la abundancia de padres exagerada o enfermizamente comprensivos (el síndrome del papá que aspira a ser amigo y colega de sus hijos, por ejemplo), o que cierran los ojos, o que carecen de autoridad para decir no, o sencillamente que renuncian a controlar y educar a sus hijos por los motivos que sea… ¡Es más cómodo!

La tragedia de Sarria es lo que es y nada tiene que ver con puntos negros ni con transferir competencias. Silenciar lo que es evidente –aunque se haga para no ahondar en el dolor– contribuye a que la sociedad siga cerrando los ojos.

El elevado número de jóvenes muertos en las carreteras tiene orígenes perfectamente identificables y algunos de ellos, absurdamente silenciados. [Leer completo]