No me puedo llamar humano cuando en mi país llamamos fiesta a la brutalidad, a la crueldad, a que corra la sangre, al sufrimiento, a la tortura.
Noticia: Más de 30.000 personas presencian la muerte del Toro de la Vega en Tordesillas.
Otro año más nos salpica la brutalidad, la crueldad más extrema, la sangre doliente y sin sentido. Otra vez en este martes de septiembre […] un pobre toro es torturado lenta y sádicamente por una muchedumbre en Tordesillas: es acosado, acuchillado, atravesado de parte a parte por lanzas que el pobre bicho arrastra clavadas en sus entrañas sin que la muerte llegue. Este país sufre una grave patología con respecto a los toros; es como una tara cerril, un tumor cerebral del primitivismo más arcaico, que hace que algunos mozos crean que tienen que medirse a patadas con un toro para ser más hombres. […]
Despertad taurinos, no sois heroicos, no sois admirables. Solo sois miseria y brutalidad.
¡¡pobres animales!! aunque… ¿quién es aqui el animal?
bicos,