Cuando George Bush llamó a José Luis Rodríguez Zapatero para felicitarlo como ganador de las pasadas elecciones españolas, desde la Moncloa se apresuraron en lanzar a los medios de comunicación, que ambos habían quedado para una reunión o charla en la cumbre de la OTAN en Bucarest.
A medida que se aproximaba la reunión, esta se trasformaba en un encuentro ocasional sobre la marcha, y este último ha quedado en un mero saludo protocolario con felicitación incluida.
Ha sido una gran metedura de pata por parte de la Moncloa el anunciar una reunión que no estaba en la agenda, al querer demostrar, mira que importante es Zapatero, han demostrado que poco peso tiene nuestro presidente y por lo tanto España.
Pero hay más y peor, con Zapatero viajaban dos ministros, de Exteriores Moratinos y de Defensa Alonso y todo un equipo de asesores, supongo. Mi pregunta es, ¿Dónde estaban todos cuando el presidente se quedo en la más absoluta soledad durante diez minutos?. Lamentable equipo.
No hubo capacidad de reacción y la presencia en los organismos internacionales se gana a base de mucha diplomacia y mucha relación.
El reunirse con Busch o no, puede ser anecdótico, lo sustancial es representar bien al país.
Un saludo a los tres.
Lamentable, como bien dice Fernando. Cuando ví la fotografía en la portada el viernes, se me cayó el alma a los pies… acababa de salir del kiosco y os juro que tuve que pararme antes de llegar a la oficina, por que no me lo creía. Es triste, pero yo opino igual que tú, Eifonso, que España tiene escaso peso político a nivel mundial. No se compensa con el hecho de que España es una potencia económica y creo que es un problema de miopía política a todos los niveles.
Esto nos debería de hacer reflexionar a todos.
¡Un abrazo!
Lo lamentable es que no se representan a sí mismos o a su partido, sino que nos representan a todos los españoles ante todo el mundo. un abrazo.
Ante situaciones de este tipo hay que tener capacidad de reacción.
Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma.
Saludos.