Juan Gelman defiende la vigencia de la poesía:
[…] estos tiempos mezquinos, estos tiempos de penuria, […]. ¿… en un mundo en el que cada tres segundos y medio un niño menor de 5 años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza? Me pregunto cuántos habrán fallecido desde que comencé a decir estas palabras. Pero ahí está la poesía: de pie contra la muerte. […]
De su discurso al recibir el Premio Cervantes
Foto | EFE – El País
por cierto, Eifonso, no te he dicho que me encanta el nombre de tu blog, tal vez porque me recuerdan ese lugar tan increiblemente maravilloso que son las Islas Cíes.
Fui dos veces y subí hasta el faro. Y guardo un buen recuerdo, sobre todo, de la primera vez en el barco… las olas… me sentía cual mascarón de proa volando a ras del mar… el olor… los pájaros… el ruido del agua… Me aislé completamente del resto del pasajeros y del grupo con el que iba y me dediqué a guardar en la memoria todo el «aroma» de ese momento. Por eso ahora que lo recuerdo es como si destapase un frasco de colonia y todo llegara otra vez de pronto.
bicos,
Aldabra
p.d.: perdóname la parrafada pero quería decírtelo… ah, y el cuadro de Lugrís también muy chulo
aldabra, muchas gracias por dos maravillosos poemas de un ser fuera de serie.
Un beso
wilde, el premio no dirá nada, pero en este caso quien lo recibe es excepcional. Indga un poco en su vida y lo verás.
Un saludo
Un día me puse a curiosear por internet la vida de este hombre y me conmovió la tenacidad con la que removió Roma con Santiago para encontrar a su hijo, a su nuera y a su nieta. Sin duda fue una lucha dura y aunque no resultó del todo fructífera, al menos encontró a su nieta.
Te dejó aquí dos poemas suyos que me gustan especialmente:
Una mujer y un hombre
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Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche,
desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos,
plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.
Carta
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te escribo en una hojita de papel
caída del cuaderno del hijo
con una vaca un burro
sumas restas
esta carta que te enviaré jamás
tiene delicias y tristezas
y cuando la leías
te ponías muy dulce
porque yo no escribía nada
pero cantaban los pájaros
azules de la izquierda
volaban a tu sombra y callaban
con los ojos abiertos
como memorias en la noche
bicos,
Aldabra
Ya no me dicen nada este tipo de premios, pero bueno, algo genial siempre aparece a pesar de todo.