La publicación de este post en el día de hoy está pensado desde hace ya unos cuantos meses. Como se puede comprobar desde hace tiempo el ritmo de publicación en el blog es muy bajo y desde hoy pasa a un nivel de cero.
No es por falta de ganas o de ideas, varios proyectos tendrán que esperar, es la necesidad de desconectar de la red y dedicar todo mi tiempo a otros quehaceres.
Me apago por completo de toda la red (blog, twitter, etc. ) sabiendo que en los próximos meses van a suceder hechos transcendentales para el futuro del mundo y en particular para España, estaré atento a todo lo que acontezca por los medios que habitualmente sigo, leo o veo y no descarto alguna entrada, pero lo dudo.
Si nada superior lo impide, volveré para poner en marcha esos proyectos que desde hoy quedan aparcados, pero no sé si será dentro de 3, 6 , 12 ó 18 meses.
Os seguiré leyendo, gracias a todos y hasta pronto.
Además es incompatible con fármacos que contengan nitratos, ya que la combinación de ambos, puede llegar a ser mortal. Existen casos en los que la causa de la disfunción eréctil pueda ser psicológica.
La impotencia sexual, a pesar de no ser un problema de salud que acarree riesgos de vida, puede traer consecuencias indeseables en la vida personal del paciente, influyendo en sus relaciones y en su autoestima, pudiendo, incluso, llevar al paciente a la depresión. Recomendamos acudir al andrologo.
Sin embargo, de acuerdo con la Asociación de Disfunción Sexual, sólo alrededor del 10 por ciento de los hombres realmente reciben tratamiento por ello. La impotencia orgánica afecta a las arterias o venas del pene o a ambas y es la causa más común de la impotencia, sobre todo en los hombres de edad avanzada.
Para considerar una disfunción eréctil, el hombre necesita ser incapaz de tener o mantener erecciones en por lo menos 75% de las tentativas. Es un suplemento hormonal que siempre ha de ser recomendado y controlado por el andrologo.
La edad es un factor importante en el desarrollo de DE. Cuando mueves una mano lo haces a petición de tu cerebro, igual que cuando andas, corres, hablas, espías, y todas esas cosas que hacemos a diario.