Si no es vida,… no quiero

Hoy tuve que asistir a un funeral, joven amiga, que tras larga y penosa lucha contra la enfermedad muchas veces innombrable, cáncer, falleció en la madrugada de ayer. Era un hecho largamente esperado por su familia y amigos.

En su momento la joven amiga quiso y así obtuvo de la clase medica, toda la información que se le pudo dar. Desde un principio mantuvo con entereza los pasos que iba dando para superar la enfermedad, y casi era ella quien animaba a su familia, con un todo saldrá bien.

Pero en su caso, los progresos previstos no se manifestaban y muy al contrario el empeoramiento era manifiesto. Con sus facultades mentales a pleno rendimiento, mantuvo una seria conversación con su equipo médico, y ambos coincidieron que lo peor era lo más probable, y manifestó un deseo, si no es vida ….. no quiero seguir viviendo.

Incomprensiblemente la ética médica no tuvo en consideración tal petición, optó por alargar el sufrimiento, que no la vida, hasta un extremo que llego a no conocer, a no poder alimentarse, a no ver y a llenar su piel de parches para aliviar su sufrimiento.

Desde el mes de abril hasta ayer un ser humano no vivía como había pedido, y no una vez, hasta tres veces lo manifestó, después ya no pudo ni siquiera expresarse.

Es muy injusto que otros puedan decidir, que tienes que seguir viviendo (sufriendo), basándose en no sé que principios éticos e incluso religiosos, cuando tú has decidido lo contrario.

A ti, que cuando vivías, dabas gracias a la vida por todo lo que de bueno te aportó y que cuando ya no podías disfrutarla, otros se encargaron de hacerte la vida imposible.

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A Margarita

4 comentarios en “Si no es vida,… no quiero

  1. Bien, ya tenemos la solución a nuestros problemas de erección, las pastillas milagrosas, las pastillas que dan los superpoderes, las pastillas de la seguridad que nos provocan la erección, viagra, cialis, levitra, muchos nombres para un problema. Se ve a menudo que las parejas que no hablan de este tema tienen más dificultades y la recuperación suele tomar más tiempo.

  2. Me has emocionado Eifonso, lamento mucho lo de tu amiga y sobre todo que haya tenido que sufrir tanto en el último tiempo que pasó entre vosotros.
    Tiene que cambiar la ley, pero para eso primero ha de cambiar el pensamiento, y mejor no digo nada de la Iglesia, intento cumplir la premisa de «si no tienes nada bueno que decir, no lo digas».
    Un abrazo.

  3. Tristísima historia sensiblemente contada y con amargura aderezada. Los momentos duros son los que enseñan. Aprendamos. Ánimo.

  4. A mí me parece un tema muy delicado, pero hay casos que son evidentes, y la justicia debería de poner medios para identificar de manera clara esos casos, como parece ser éste que cuentas.
    Como diría nuestro Mariano, te mando un abrazo enorme.

  5. Yo es que sigo sin entender que no tengamos eutanasia o que no nos dejen suicidarnos, amparándose en que podríamos arrepentirnos o no desearlo realmente (¿como nos vamos a arrepentir si estamos muertos?). Lo más penoso de esto es que tienes que luchar contra ellos cuando ya no tienes fuerzas para nada, cuando solo quieres descansar de una vez. Siento mucho lo de tu amiga Eifonso.

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