Así de sonrientes salían Zapatero y Rajoy de su última reunión en el Palacio de la Moncloa hace unos 18 meses, en unas horas volverán a verse en un cara a cara de los más decisivos de los últimos años de la historia de España.
La situación es delicada, encaminado el problema griego, nos repiten una y otra vez que la economía española ni por asomo se parece a la griega, pero los mercados por desgracia y pese a todo lo que ha pasado desde que se ha iniciado esta crisis financiera siguen mandando sobre los gobiernos, el sector financiero y los especuladores con sus agencias de clasificación al frente miran a otros países, entre ellos está España, para seguir generando negocio a costa de las desgracias ajenas.
Ayer la bolsa se llevo un tremendo batacazo y todo por unos rumores, empezando por un articulo publicado en el The New York Times que hace referencia a una presumible incapacidad del gobierno español para solucionar una simple fusión entre Caixanova y Caixa Galicia y menos aún afrontar las reformas necesarias para enderezar la economía y hacerlas de manera inmediata, son rumores interesados que demuestran el poderío de ciertos sectores financieros, capaces de quedarse con todo el aumento de ingresos generados con el futuro incremento del IVA con tan solo bajar la clasificación de la deuda española.
Zapatero y Rajoy están ante una oportunidad única y última, tendrán que tener altura de miras más allá de unas próximas elecciones, capacidad de decisión para afrontar las duras reformas necesarias, agilidad y habilidad para hacerlo en el menor tiempo posible y seriedad y convencimiento para que los ciudadanos españoles podamos aguantar lo que se nos viene encima. La tarea es difícil pero no imposible, han terminado los tiempos de las palabras y se necesitan hechos, y pronto. El movimiento se demuestra andando.
Y como final, esos son mis deseos, pero la esperanza es poca, dado los políticos que nos han tocado. En unas pocas horas saldremos de dudas.