Tras el escándalo del ya ex-alcalde de Mijas y su aumento de sueldo y de leer este fin de semana, no recuerdo en donde, que el 90 % de los municipios españoles han subido el sueldo a sus concejales y alcaldes y entre ellos el municipio de Vigo.

Ha pasado un mes escaso desde la toma de posesión de los nuevos alcaldes y concejales y ya se han subido el sueldo, la necesidad urgente de una regulación de los cantidades máximas monetarias a percibir por los cargos públicos municipales no lo pone nadie en duda, pero en el caso que yo tengo más cerca, el de Vigo, me llama la atención doblemente.

Por un lado hace solo unas semanas el nuevo alcalde y sus concejales no hacían otra cosa que llorar en todos los medios de comunicación que la anterior corporación le habían dejado la caja municipal vacía. Pues claro, como hacen todos los alcaldes de todos los municipios, se ponen a gastar como locos seis meses antes de unas elecciones municipales. Y es algo que también Abel Caballero ha practicado, con la caja de la Autoridad Portuaria de Vigo, la ha dejado temblando con sus campañas publicitarias, pero esa caja tiene unos mayores ingresos. Por lo tanto menos lloros.

Por otro lado saltan ahora los sindicatos del Ayuntamiento de Vigo y solicitan la misma generosidad para el funcionario municipal que han tenido para ellos los señores concejales.

Y yo me pregunto, alguien tiene en cuenta la forzada generosidad y santa paciencia de los contribuyentes, la cuerda se tensa y puede romperse. A veces dan ganas de no volver a votar, que aumente la abstención no es de extrañar.

Si lo primero es apañarse un buen sueldo, es la demostración más clara de que los ciudadanos importan poco. Y si no están de acuerdo con el sueldo, que no se presenten, que nadie les obliga.